365 ciudades flotantes. 3D + IA.

De niño dibujaba mucho, y muy a menudo compulsivamente.

A veces copiaba figuras, y mucho más habitualmente me imaginaba mis propios mundos y personajes.

Dibujaba escenas de luchas y batallas, personajes de comic, muchos animales, desde aves rapaces a tiburones pasando por tigres, gatos y también muchos monstruos imaginarios, dragones y trolls.

Y en ocasiones, ciudades. Pero estas siempre eran ciudades flotantes. Es una idea que siempre me ha resultado especialmente atractiva. Islas que se mueven libremente, a las cuales se debe llegar en transportes voladores, con una visión espectacular y siempre cambiante del mundo ahí abajo, pero con su propia realidad aislada.

En lo referente a nuestras fantasías y gustos a veces solamente crecemos para reflejar de nuevo estos de un modo más sofisticado. Este es el caso.

Durante 2022 desarrollé 365 escenas de islas flotantes con ciudades en 3D, y a finales de ese mismo año y principios de este me dediqué a explorar las posibilidades de la Inteligencia Artificial como herramienta para modificar imágenes y lograr nuevos y espectaculares concept art.

Gracias a esta nueva herramienta he podido dotar a mis imágenes de una variabilidad de edificios que, de otro modo, me habría sido imposible, ya que este proyecto no se engloba en ningún trabajo remunerado y es un simple reflejo de mi creatividad, y su único fin es el potencial disfrute que un espectador externo pueda obtener de él y la inspiración que le sugiera.

Por ello el tiempo que podía dedicar a crear estas 365 imágenes era limitado.

Llevo ya bastantes meses investigando las distintas IAs de creación de imágenes que existen, probando miles de prompts propios y ajenos. Por el momento el resultado de muchos de ellos es, aunque estéticamente interesante, bastante incontrolable y aleatorio.

El utilizar mis propias imágenes como elemento inicial y restringir los términos bajo los cuales quiero que la IA modifique la imagen, respetando forma y distribución, pero alterando en parte la arquitectura por fin me ha llevado a lograr el resultado que buscaba.

Encontrar este equilibrio no es sencillo. Hoy en día todavía no contamos con unas herramientas lo suficientemente concretas como para dejar en manos de una IA todo un proceso cuando buscamos un resultado concreto, y por otra parte, en ocasiones las imágenes que obtenemos no son lo suficientemente… «artísticas», es decir, imperfectas, de manera que a la hora de lograr una imagen bastante concreta que tengamos en mente aún hoy en más conveniente crearla digitalmente desde un programa de diseño o bien partiendo de 3D, y en todo caso, usar la IA como un añadido que proporcione, de un modo muy medido y concreto, algunos ingredientes finales que con los otros métodos nos llevarían un tiempo exponencialmente mayor.

Esta es mi conclusión, por el momento. Esta es una tecnología que está dando enormes pasos mientras escribo estas líneas, y que cada día nos sorprende con resultados mejores y herramientas más orientadas a ayudarnos en más y más partes del proceso creativo.

Espero que el resultado de este proyecto os guste.